Solo falta una semana para que te marches y
yo aún sigo sin aceptarlo, dices que siempre pensarías en mí, que cada segundo
de tu instancia en ese lugar serian pensando en mí, yo haría lo mismo aquí
afuera, aunque extrañarte era lo único que pudiera, te esperaría ansiosa el día
de tu regreso. Ahora me encuentro en mi casa recostada en mi cama con la mirada
hacia el techo pensando en todas las cosas maravillosas que he pasado contigo
desde el día que te conocí.
Recuerdo la primera vez que nuestras miradas
se cruzaron, ese día tenía que maquillarte para el programa que te encontrabas
gravando con Kang Sora, hoy te soy sincera y tal vez ya te habías dado cuenta
pero ese día mis manos temblaron como nunca antes lo habían echo la razón era
porque estaba muy cerca de ti,
-¿Cómo te llamas?-preguntaste mi nombre con esa
voz que al escucharla hacia mi corazón latir a mil.
Te respondí con voz temblorosa, no me
imaginaba que te pudiera importar. Seguí maquillándote hasta terminar
-Woow, eres buena- dijiste mirándote al
espejo, observando el trabajo que había hecho
-Gracias- dije haciéndote una reverencia,
pero mis piernas a punto de tirarme al piso
Desde ese día siempre pedias que yo te
maquillara y yo no podía mejor dicho no quería negarme a hacerlo, conversábamos
de tantas cosas que fuimos acercándonos más y más, hasta convertirnos en
amigos.
Solías esperarme fuera de la televisora hasta
que mi turno terminara, siempre con una sonrisa en el rostro esa sonrisa que
aun en este momento sigue sacándome un suspiro, siempre esperabas con una rosa
en la mano, mi habitación se podría decir que ya estaba llena de tantas que me habías
regalado aun así siempre encontraba un lugar especial para ponerlas.
Hasta que un día al salir de la televisora y
llegar hasta donde estarías mi sorpresa fue que no estabas ahí, mi corazón se sintió
triste pero inmediatamente pensé que estarías ocupado en tu trabajo, segundos después
Eun Hyuk se acercó a mí y me pidió que lo acompañara que tenía algo importante
que decirme, sin pensarlo lo seguí pensaba que algo malo te había pasado para
que el estuviera ahí, al llegar a un lugar cerca del mar me dijo que hasta ahí
llegaba el y que yo siguiera derecho que alguien esperaba por mí, aun con mi
temor de no saber nada seguí camine por la orilla del mar con la mirada hacia
el suelo unos metros más adelante alcé la vista y no podía creer lo que miraba,
estabas ahí de pie con un traje negro, al lado de una mesa con rosas y una
botella de vino y dos copas.
-Pensé que no vendrías- dijiste extendiendo
tu mano para que yo la tomara
-N...no sabía si venir o no pensé que algo te
había pasado- respondí un poco confundida y sorprendida al mismo tiempo que
tomaba tu mano, al sentirla mi corazón latía aún más de lo normal cuando estaba
contigo.-¿Que es todo esto?- pregunte mirando todo lo que había sobre la mesa
-Esto, es porque hoy es una ocasión especial,
hoy siento que mi vida va a cambiar
-N...no entiendo
-Hoy quiero- hiciste una pausa para mírame a
los ojos- quiero pedirle hermosa doncella que...- sacaste algo del bolso de tu
saco y lo sostuviste entre tu puño- sea ¡mi novia!- dijiste abriendo la mano
enseñándome un hermoso anillo
No podía responderte porque estaba en shock
-Que dices ¿aceptas?- volviste a repetir al
ver que me quedaba quieta con sorpresa
-Sí, sí quiero ser tu novia!- respondí con
una sonrisa en mis labios a la cual tu también
respondiste con una más grande, tomaste el anillo y mi mano para ponerlo en mi
dedo, me miraste y te mire nos quedamos así por unos segundos cuando te
acercaste más y más a mi rostro, sentí tus labios sobre los míos, eran tan cálidos
que solo cerré mis ojos y me deje llevar con aquella sensación que revolvía
todo en mi interior, colocaste tu mano en mi cuello y seguiste besándome, después
de algunos segundos nos separamos nuestras miradas seguían encontrándose, me
abrazaste con tanta ternura que podía quedarme ahí para siempre a tu lado.
Ahora tengo que sepárame de ti por dos años,
dos años que se me harán eternos para volverte a ver, dos años en los que
pensare en ti, dos años en los cuales mantendré nuestro amor vivo, con esos
recuerdos hermosos que me has dado, con esas sonrisas que siempre al verlas me ponían
feliz, con esa voz que al escucharla todo en mi mundo se volvía nada comparado
contigo, mis lágrimas caen y no puedo controlarlas, no puedo evitar el dolor
que siento al pronto tenerte lejos, pero algo me reconforta y es que esos dos
años se pasaran rápido y el día de tu regreso yo estaré ahí esperando por ti
junto a los demás chicos, sé que te pondrás feliz al verme y yo igual al
tenerte de nuevo cerca de mí, ahora lo único que me queda hacer es esperarte
porque aunque estés lejos llevo algo de ti conmigo ese anillo que me regalaste
cada que me sienta mal me bastara con solo verlo y tocarlo para sentir que tu
estas a mi lado.
Mi princesa estos meses han sido largos, los
pude pasar bien porque venias a verme seguido, pero, ahora ya han pasado dos
semanas desde que no vienes, me pregunto si estás bien, los chicos me han
contado que a veces no te presentas a trabajar y eso me pone más intranquilo.
Me avisan que tengo correspondencia, es un
paquete con muchas cartas de las fans, de entre todas ellas hay una que obtiene
mi atención, como no podría reconocer esa letra, es de mi princesa.
“Hola Jung Soo oppa
Solo te escribo para disculparme por esos
días que no fui a verte, sinceramente no me siento bien al estar ahí, ese no es
lugar para mí.
Como tampoco es lugar para mí el estar a tu
lado, por favor ya no esperes más visitas de mi parte, ni mucho menos cartas,
esta es y será la única que escriba, la razón es porque he conocido a alguien más,
alguien que ha llenado ese hueco que dejaste al marcharte, si me culpas
entiendo, pero no pude ser capaz de soportar esta soledad, renuncie al trabajo
ya no tiene caso que este ahí, te regreso el anillo que me regalaste, creo que
ya no tiene caso que permanezca a mi lado, ahora ya no significa nada para mí,
puedes odiarme eso ya no me importa, en realidad ya nada importa.
Adiós.”
Las lágrimas caen por mis mejillas y no dejan
de caer una tras otra y tras muchas más, no entiendo, no logro comprender el porqué
de sus palabras por más que leo y vuelvo a releer, nada me parece claro, debo
de estar soñando, esto debe de ser una pesadilla, si eso debe ser, No es una
pesadilla esto es tan real como el dolor que siento ahora mismo en todo mi ser,
por más horas que pase tratando de encontrar una respuesta, no la encuentro.
El tiempo paso lenta y dolorosamente, no había
día en el que no recordara a mi princesa, bueno ahora ya no era mi princesa, a
pesar del dolor queme causo su despedida, la sigo amando, no podría odiarla
porque mi amor es más grande, cada día pedía que estuviera bien y que fuera
feliz, estuviera con quien estuviera siempre y cuando fuera feliz.
Los chicos vinieron a recogerme, el día esta
soleado pero el ambiente está fresco por las recientes nevadas, también
vinieron algunos reporteros y muchas fans, es grato ver su felicidad en el
rostro al verme salir, mis compañeros me abrazan se siente bien, pero no tanto
como el abrazo que esperaba en todo este tiempo, llegamos a casa pero
necesitaba hacer algo, así que salí y Hyuk me acompaño sabía perfectamente a
donde iría, efectivamente iba en busca de mi princesa, al llegar a su casa todo
parecía solitario, preguntamos a los vecinos si alguien vivía aun ahí, su respuesta
me partió el alma, dijeron que la joven que ahí vivía se había marchado a un
hospital, al parecer estaba enferma y ya no podía seguir ahí, me dieron las
llaves para que pudiera entrar ya que la joven había dejado sus pertenencias
aun dentro.
Al entrar la casa por dentro estaba llena de polvo con pocos
muebles alrededor y algo que llamo mi atención encima de una pequeña mesa de
madera se encontraba un diario personal, lo tome y al tocarlo algo dentro de mí
me pedía a gritos que lo abriera, en cada página mi princesa había escrito cada
historia de nuestro tiempo juntos y después de irme a la milicia leí por varios
minutos hasta que llegue a una página en especial y la última que fue escrita
“Ya han pasado 13 meses últimamente no me
siento bien, tengo mareos, he perdido peso y al toser me sale sangre de la
boca, tengo miedo, en ocasiones he faltado al trabajo por los mismos
malestares, ya he acudido al médico y la respuesta me dio más terror que la
ignorancia de esto, tengo cáncer y está en un estado muy avanzado ya no pueden
hacer nada por mí, oppa por esa razón te escribo una carta, no quiero que
sufras al enterarte es mejor dejarte ir antes de irme yo, solo así el rencor
borrara el dolor, si me odias me olvidaras fácilmente, en cambio yo hasta el último
día de mi vida estaré pensando en ti solo en ti, me voy agradecida por el
haberte conocido, los días a tu lado fueron los más hermosos de mi vida,
Gracias Jung Soo oppa, Saranghae. Goodbye my Angel”
Si las lágrimas que derrame el día que leí su
carta fueron muchas estas que ahora estoy derramando no se comparan en nada, mi
princesa se fue, se fue para siempre y me duele aún más el no poder hacer nada,
si tan solo me hubiera dicho la verdad, si tan solo…. Ya no quedaba más que decir
lo único que me queda es este amor que tengo y que guardare el resto de mi vida,
“Saranghae mi princesa” le escribí debajo de lo que ya estaba escrito en su
diario, el cual ahora me acompañaría siempre junto a este anillo que aun guardo
en mi bolsillo.
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