-Seúl Corea del Sur-
Ya es pasada la
noche, en una habitación oscura e inmensa una chica permanece despierta, se
siente sola, como siempre lo ha estado desde que tiene memoria, y aun mas
viviendo en una casa demasiado grande para ella sola, mientras intenta dormir
trata de recordar cuándo fue la última vez que estuvo acompañada de su familia,
pero no la compañía que le daban cuando regresaban de sus viajes de negocios,
en donde solo le dirigían algunas palabras y recibía de ellos un abrazo, mas
sin embargo no convivían con ella como una verdadera familia.
-Estaría igual de
solitaria que aquí.- se respondía Danna a si misma al cuestionarse el porqué no
se quedaba en el colegio al que asistía.- ¡no!, es mucho más grande que este
lugar... me sentiría mas sola que ahora.- efectivamente su colegio era más
inmenso que ese lugar al que llamaba hogar, pero que no lo sentía que fuera en
realidad eso, un hogar, en él hay familias conviviendo felices demostrándose
cuanto se quieren, en cambio en el de ella solo se encontraban ella y su
sombra, la misma que la abandonaba al apagarse las luces. Aunque tuviera
sirvientes a su alrededor al caer la tarde se marchaban a sus casas, con su
familia y ella volvía a su solitaria realidad.
Las horas pasaron
lentas hasta que el sueño la venció, pero casi de inmediato el sol volvió a
asomarse de apoco entre las nubes que se apoderaban del cielo trayendo con sigo
un clima fresco como de costumbre en esos días en Seúl, en esos días añoraba
mas el calor de la familia para no sentir el frio que recorría su cuerpo diariamente.
El sonido de su teléfono
la despertó de su sueño un tanto malhumoraba por no haber descansado como
quisiera, al observar el numero sonrió ligeramente mientras pensaba que a pesar
de sentirse sola había alguien a quien parecía importarle,
-Hola Kim.- respondió
sonriente al joven que le llamaba, Kim Sang Bum, su novio, con el que mantenía
una relación desde hace un año
-Hola princesa, acabo
de llegar y quiero verte, te invito a desayunar ¿qué dices?.- Kim había ido de
viaje con sus padres por petición de ellos y le llamaba desde el aeropuerto,
necesitaba con urgencia ver a esa chica de ojos grandes que desde la primera
vez que la vio quedo hipnotizado por su belleza occidental
-Claro, yo también
deseo verte.- contesto con una sonrisa en su hermoso rostro, esa persona aparecía
justo cuando se sentía mas sola.
Sin más se apresuro a
arreglarse para su cita, algo que la mantuviera caliente estaba bien para salir
de casa, de igual forma a su novio no le importaba la elegancia, al contrario
adoraba su naturalidad, así la conoció y por eso se enamoro de ella.
Hace un año atrás
Danna llego a Seúl con sus padres por asuntos de negocios después de vivir toda
su vida en Los Ángeles, California, creía que por fin podrían establecerse en algún
sitio y Corea no le parecía nada desagradable, pero quien permanecería ahí era
solo ella, su madre quien tiene una agencia de modelos tenía que estar por
todas partes del mundo, su padre heredero de una de las compañías de autos más
importantes de Estados Unidos de igual forma iba de país en país incrementado
la fama de su empresa.
En sus solitarios días
en los que daba pequeños tours por la gran ciudad observo algo que llamo su atención,
un anuncio gigante justo a un costado de un enorme edificio en el cual
anunciaban el inicio de clases de una colegio importante "Arts School Cho
Minsu", sin pensarlo anoto la dirección y los teléfonos, si estaría sola y
sin nada que hacer ya que sus padres no se preocupaban por lo menos en mostrarle o inscribirla a algún
instituto, aprovecharía para ingresar a esa, total lo que más le agrada es
cantar y dicha escuela seria buena para educarla en ese aspecto.
No dudaron en
aceptarla teniendo referencia y conocimiento de sus padres, así que su ingreso
fue inmediato. Su primer día fue difícil ya que no tenía mucho conocimiento del
idioma solo se guiaba por el ingles, pero al darse cuenta que la mayoría de
estudiantes eran coreanos, se esforzó por estudiar su lenguaje, encontrando
apoyo en un joven alto, delgado, cabello castaño, ojos rasgados y quien al
parecer era el más popular del colegio, pero quien al conocerla se presento
cordialmente y con una sonrisa que logro aparecer un color rojizo en las
mejillas de Danna, los chicos asiáticos siempre se le habían echo lindos, pero
el que estaba enfrente de ella, tenía algo más que solo belleza.
Con el paso de los
meses se dio cuenta que sentía algo mas por ese chico, el cual la trataba
diferente al resto, con los demás se portaba de lo más grosero y haciendo
alarde de su posición en la escuela, pero con ella era encantador, detallista y
tierno.
En uno de sus días libres la invito a cenar y ahí aprovecho la
oportunidad para confesarle su amor, ese sentimiento que nació en el al
instante de verla, dudando si fue su rostro al ser diferente de los demás o lo
que se escondía detrás de esa hermosa chica, lo que fuese necesitaba tenerla más
cerca, Danna sin dudarlo acepto, ella también sentía amor por Kim y deseaba
conocerlo más a fondo, saber el porqué de su doble cara en el colegio pero todo
eso a su tiempo.
Y así fue, el tiempo
le dio la oportunidad de saberlo, esa verdad que solo ella sabe y que prometió
guardar y no entrometerse, también la relación de noviazgo le ayudo a
sobresalir en el colegio, ahora era conocida como la popular del grupo y de
todo el instituto.
El ruido de su ama de
llaves tocando a su puerta la despertó de esos recuerdos, mientras le respondía
que enseguida bajaba, sabía que Kim había llegado por ella, se apresuro a bajar
terminando de acomodar su cabello, bajo las escaleras y justo en la sala se
encontraba el, sentado finamente mientras observaba el inmenso lugar.
-Aun no entiendo
porque sigues viviendo aquí- hablo Kim al sentir la presencia de la chica- Si
te sientes muy sola, cámbiate a un departamento, eso me ayudo a mi
-Lo sé, pero lo
pensare- le respondió sonriente Danna, tal vez eso era lo que le hacía estar
juntos, el que ambos se sentían tan solitarios
Salieron de la casa y
subieron al auto, ahí Kim aprovecho que estaban solos para darle un beso a su
novia, en el cual le demostraba lo mucho que la había extrañado y ella respondió
de la misma manera.
En el restaurant
durante su desayuno conversaron de la estancia de Kim en Europa con sus padres,
quienes eran dueños de las compañías más representativas del continente, además
del próximo inicio de clases, y el cual sería su segundo año asistiendo al
colegio y por lo que habían escuchado los requisitos para ingresar habían
cambiado.
-Washington D. C.-
El aeropuerto estaba
a tope, en el centro del inmenso edificio Maite sostiene su boleto de avión, el
cual la llevara a un nuevo país en el cual intentara comenzar de nuevo. Hace
dos meses atrás paso por una experiencia que le causo muchos problemas tanto
emocionales como físicamente.
Asistía a uno de los
colegios más prestigiados del país, en el cual solo asistían alumnos de clase
alta, futuros herederos, ella encajaba ya que su madre era una famosa modelo
internacional proveniente de una familia millonaria, su padre un pintor no tan
reconocido como su madre pero sus obras eran bien pagadas y lo cual le estaba
llevando a ser alguien importante, pero todo cambio cuando su padre regresaba
de una exposición en Francia, en el aeropuerto lo detuvieron por encontrarle
billetes falsos en su equipaje, una cantidad muy grande y escandalosa, de
inmediato lo arrestaron y lo llevaron a una prisión del estado, mientras investigarían,
la noticia de ello fue dada a conocer a la prensa.
Maite aun no se enteraba de
lo sucedido y como todos los días su chófer la llevo al colegio, al entrar los
alumnos la miraban y susurraban a su paso, le pareció extraño pero no le dio
importancia, hasta llegar a donde se encontraba su grupo de amigos y su novio,
quienes al verla se quedaron en silencio.
-¿todavía te atreves
a venir?- interrogo una de sus amigas
-¿Q-qué?- dijo sin
comprender el comportamiento de esa chica que un día antes la adoraba
-De seguro el dinero
que diste para entrar a este colegio también es falso ¿no?- hablo ahora otra de
sus compañeras
-¿De qué están
hablando?- seguía sin comprender Maite
Enseguida todos los
estudiantes se acercaron a ella rodeándola, llevaban consigo baldes de agua
sucia, la cual le arrojaron mientras le gritaban "mafiosa" para
referirse al delito que su padre había cometido, no contentos con eso, le
arrojaban la cubeta vacía para golpearla, ella solo podía cubrir su rostro para
impedir que los objetos le hicieran marcas. Totalmente empapada solo observaba
a sus compañeros burlarse de ella, pero también a ese chico que decía amarla
tanto del brazo de su amiga quienes solo el día anterior mostraban ante ella
total empatía y un falso amor. ¿Cómo era posible lo que le estaba pasando?
¿Porque la trataban de esa forma?
Mil y un dudas sin
respuesta cruzaban por su mente, al estar completamente sola, prefirió alejarse
del instituto, no sin antes cambiarse de ropa y lavarse impidiendo que el sucio
olor se penetrara más en su piel, afortunadamente contaba con la ropa de
deporte que guardaba en su locker, al estar en la puerta de salida su celular
avisaba una llamada entrante, su padre le marcaba para explicarle lo sucedido.
-¿Como que estas
detenido?- interrogo Maite al escuchar lo que su padre le decía-Enseguida voy
para allá- colgó al terminar y de inmediato se dirigió a donde su padre se
encontraba, ahora comprendía lo dicho por sus compañeros y su comportamiento,
pero lo que más le dolió fue la manera en que la trataron sin siquiera
preguntar o investigar más al respecto, ella confiaba en su padre, sabía que él
era incapaz de hacer lo que le estaban acusando.
En la prisión ya
reunida con su padre, el le contó todo con detalles, y como ella lo suponía, el
era inocente, solo que a veces era muy confiado en las demás personas y de eso
se aprovecharon para tenderle una trampa, aun así las autoridades no lo
dejarían ir hasta comprobarlo, por lo pronto permanecería en ese lugar.
-¿Y mi madre no ha
venido a verte?- cuestiono al no ver la presencia de dicha persona
-No princesa, tal vez
venga más tarde, ya sabes, siempre está ocupada- respondía su padre de igual
manera esperando esa visita
-¡Pero esto es algo
importante Papá!- alzo la voz comenzando a enfadarse al ver la respuesta de su
madre, ante lo sucedido con su padre, sabía que su trabajo era importante, pero
no debería serlo más que su propio esposo.
Verlo ahí sentado
frente a ella con el rostro fuerte, intentando sonreír, le hacía doler mas su
ya agobiado corazón, se sentía impotente al no poder hacer nada al respecto
El aviso de la salida
de su vuelo la trajo a tierra para encaminarse hacia la dirección dada por la
voz femenina que se escuchaba en todo el lugar, ahí daría inicio a una nueva
vida, que mejor que lugar que Corea del Sur, en donde nadie sabía de ella, ni
ella de los demás.
By: Mary Flores de Mtz. Capítulo Siguiente -->
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