SHINee "Kiss kiss kiss"

"Eres como un sueño para mí, quiero ser tu sombra, para siempre poder estar junto a ti"

Arashi "Sakura sake"

"Estos sueños sin nombre han brotado, no mires hacia atrás porque no hay un mañana detrás de ti, mira hacia adelante"

SNSD "All my love is for you"

"Incluso si estas muy lejos de mí, solo cierra los ojos y mi corazón estará cerca de ti"

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RECOMENDACIÓN DRAMA!!! RECOMENDACIÓN PELÍCULA

School of Love- Capítulo 9

No le bastaba a su progenitora con forzarla a vestirse tan elegante, cosa que le disgustaba por completo, si no que ahora ya decidía por ella sobre su futuro. Y con un asunto que para nada debería tratarse como un juego.

—¿Qué demonios estas diciendo? —ante tal noticia era imposible contener la cordura y la elegancia.

—Lo que escuchaste —le respondió Min Ho totalmente serio—. La señora Isabella planea casarte conmigo. Los escuché mientras hablaban en el estudio de la casa. Pero descuida, a mí tampoco me interesa aceptarlo. Pero por lo pronto te propongo que hagamos de cuenta que nos agradamos y les seguimos el cuento de la futura boda.

—¿Pe-pero que estás diciendo?

—¡Tranquila! —dijo de inmediato ante el rostro de descontento que había puesto Maite—. Sé que no quieres que ella te presione. Solo así podrás alejarla un poco para que no te asfixie.

—Bueno. Viéndolo de esa manera. Tienes razón —era cierto. Lo que menos quería Maite era tener a su madre encima tratando de convencerla de aceptar al chico. Pero… ¿en verdad funcionará?



Después de un par de días sin sentir la adrenalina y la relajación de estar conduciendo su motocicleta, Seung Hyun decidió salir del colegio para hacerlo una vez más. Tenía tanta presión sobre el que necesitaba expulsarla de su cuerpo. Las palabras que la Maestra Miyuki le había dicho al terminar su clase lo dejaron pesando.

“No tomes el entrenamiento como prueba para demostrar que eres mejor que otros. Hazlo solo por ti. Para demostrarte a ti mismo que puedes hacer cualquier cosa”

Tenía razón la señorita, pero aun así no podía dejar pasar lo que su compañero hizo. Esa burla jamás la olvidaría y eso lo motivaba a mostrar más empeño en las prácticas. Solo encontraba en la velocidad la forma de enfrentar y ganarle a las malas experiencias.



En el colegio Miyuki entabla conversación con su abuelo. El tema… Choi Seung Hyun. Ella quiere saber el motivo por el cual su abuelo le pidió de favor personal que lo cuidara y ayudara en todo.

—Está bien, hija. Te lo diré. Es mejor que lo sepas de una vez por todas —el tono de su voz la puso en alerta. Estaba por recibir una información sobre su pasado y ella lo sabía, pero era lo que estaba pidiendo—. Seung Hyun al igual que tú sufrió la pérdida de sus padres cuando era pequeño, más que tú. De la misma manera, en un accidente vehicular. Pero a diferencia de ti, él quedo completamente solo. No tenía familiares, no tenía a nadie —la historia conmovió a Miyuki al borde de las lágrimas. Jamás pensó que ese chico de mirada y apariencia ruda cargara con esa tragedia en su interior—. Yo me hice cargo de él porque… porque era mi deber. El causante del accidente fue mi hijo, tu padre.

—¿C-Como? ¿Porque nunca me dijeron nada? Nunca tuvo problemas con la justicia…

—No, el accidente ocurrió el mismo día que él falleció. El auto con el que chocó era el de los padres de Seung Hyun.

—¡No, no puede ser! —todo se esperaba menos eso. Nunca se imaginó que ese suceso también destrozara la vida de su alumno.

Aquel fatídico día su padre había sufrido un ataque al corazón cuando estaba conduciendo. El dolor que sentía le impedía controlar el movimiento del auto. Por ende no se percató de otro vehículo que se dirigía en la dirección opuesta. El choque no fue tan desastroso, lo que sucedió enseguida si lo fue. Ambos autos por la lucha de los conductores por evitar perder el equilibrio se volcaron por un precipicio de varios metros de altura. Dando giros que les provocaba golpes al auto y a ellos más fuerte. Varias vueltas más se detuvieron mientras que los coches se incendiaban rápidamente. Sus ocupantes habían perdido el sentido. Momentos después que llego la ayuda ya era demasiado tarde. Si bien el fuego no consumió los cuerpos ya nada se podía hacer por salvarlos. Afortunadamente aun pudieron reconocerlos y lo hizo al llegar a la escena el señor Cho Min Jung quien aún llevaba la esperanza de que todo hubiera sido una confusión. Sintió el alma partírsele en mil pedazos, amaba a su hijo con todo su corazón. Una pérdida de ese tamaño era verdaderamente difícil de aceptar.

—Al saber que los ocupantes del otro auto tenían un pequeño hijo decidí hacerme cargo de él anónimamente —continuó con lágrimas en sus ojos el director. Recordar ese pasado era demasiado doloroso—. Le di estudios, alimentación y un lugar en donde vivir. Después me enteré que se había escapado de ahí y preferí dejarlo ir —se levantó para dirigirse lentamente hasta su nieta—. Pero eso no quiere decir que lo abandoné, siempre lo mantenía vigilado. Cada mes le era entregada cierta cantidad de dinero para lo que pudiera necesitar —limpió delicadamente con su pulgar las lágrimas derramadas por su querida Miyuki—. Aunque eso no se comparaba con lo que por causa del destino se le fue arrebatado.

El silencio se apodero del lugar solo se escuchaban sollozos de ambas partes. La respuesta de Miyuki hacia el misterio que rodeaba la preocupación de su abuelo por ese joven había sido revelada pero de una forma muy dolorosa. Ahora sentía una culpa que la carcomía por dentro. Su padre sin desearlo le arrebato a ese chico su única familia y siendo hija por ley de ese hombre sentía la responsabilidad caerle por la espalda.

—¿Ahora entiendes, cariño porque te pedí que lo ayudaras?

—Sí, abuelo. Te prometo que hare lo que sea necesario para hacer de él un buen hombre. Tiene mucho talento pero le hace falta comprensión.

—Así es. Pero ahora tú lo comprendes mejor que nadie por eso eres la indicada para ello.

—Pero… ¿Qué sucederá si se llega a enterar de que fue mi padre quien provocó el accidente?

—No lo sé. Te mentiría si te dijera que no he pensado en eso. Aun así no tengo la menor idea.

Otra preocupación más en los hombres de Miyuki. Estaba segura que si eso llegase a suceder Seung Hyun no se lo perdonaría. Al igual que ella llevaba un profundo coraje hacia la vida por abandonarlo desde pequeño. Pero su odio sería mayor si descubriera que el accidente no fue del todo “accidente”. Sería comprensible su reacción incluso ella misma reaccionaria del todo mal ante algo como eso.

Lo importante ahora era comenzar con la promesa que le hizo a su abuelo, la de cuidar y proteger a Choi Seung Hyun. Se dispuso a ir en su búsqueda para charlar un poco, entre más rápido pusiera en marcha dicha promesa, se sentiría un poco mejor.

Se dirigió a la cafetería para preguntarle a su compañero de habitación si se encontraba o no.

—Él n-no está en el dormitorio —respondió un poco raro Sun Woong.

—¿Sabes en donde se encontrará? —continuo Miyuki.

—N-No, no lo sé.

—Si sucedió algo malo dímelo por favor —prosiguió la maestra ante la sospechosa actitud del chico.

—Está bien —inhaló profundo para poder continuar—. Antes de anochecer salió del colegio con su maleta. No dijo nada solo que ya no soportaba un segundo más en este lugar.

—¿Cómo? —gritó Miyuki. A su mente solo venia una respuesta. Seung Hyun se había dado cuenta de su conversación con su abuelo. No. Eso no podía ser posible. O tal vez sí—. ¿A dónde habrá ido?

—Yo sé dónde podría estar —anunció Yeni acercándose a ellos—. Si gusta la puedo llevar.

Miyuki se apresuró a responderle que sí. Salieron de la cafetería rumbo a la salida de la academia para pedir un taxi que las llevara hasta el lugar que le indicaría Yeni. Esperaron algunos minutos y no había señas de algún taxi próximo. Las luces de un auto las cegaron por uno segundos para enseguida detenerse frente a ellas. La ventanilla se abrió lentamente mostrándoles el rostro de Jung Soo cuestionándoles a donde se dirigían. Yeni contestó de inmediato. Jung Soo les propuso llevarlas hasta ese lugar. Sin pensarlo dos veces aceptaron. En ese momento para Miyuki era más importante encontrar a Seung Hyun que los problemas entre ella y Jung Soo.

—¿Y porque van tan lejos? —interrogó Jung Soo para romper el silencio que los rodeaba.

—Después con más calma te cuento ¿sí? Por lo pronto apresúrate a llegar.

Eso era “un no te descuides y conduce rápido” para él.

—¿Estas segura que es este lugar? —cuestionó Miyuki al llegar y observar un lugar en donde se reunían jóvenes a presenciar carreras clandestinas.

—Sí, es aquí —confirmó Yeni observando a su alrededor por si lo encontraba—. Seung Hyun se dedica a participar en las carreras de motocicletas.

—¿Y cómo es que tú conoces este lugar jovencita? —preguntó Jung Soo colocando sus manos en sus bolsillos recorriendo con la vista el lugar.

—Bueno yo…

—Eso no importa ahora —la interrumpió Miyuki sin girar a verlos—. Hay mucha gente, deberíamos buscarlo por separado.

—Me parece bien. Quien lo encuentre primero le avisa a los demás —sugirió Jung Soo.

Cada uno tomo un camino. Al parecer ya habían terminado las carreras de motocicletas y continuaban las de autos. Minutos después Miyuki sin percatarse ya se encontraba retirada del resto. Tenía miedo ya que los callejones que se hacían entre las calles estaban por demás oscuros y solitarios. Estaba dispuesta a regresar cuando escucho pasos detrás de ella. El miedo aumento y se veía reflejado en su rostro. Bajo su vista hacia el suelo solo para aterrorizarse mas al observar el reflejo de dos sombras detrás de ella.

—¿Porque tan solita la princesa? —murmuró uno de los dos sujetos. Por su voz se percató que estaban ebrios.

Tragó saliva para darse valor y comenzar a correr pero su paso se vio truncado por el otro sujeto que sin darse cuenta la detuvo por el brazo. Enseguida la lanzó contra la pared para rodearla sin dejarle escape alguno. No se iba a dar el lujo de verse como presa fácil e indefensa. Lanzó manotazos y golpes que pegaban al aire. A pesar del grado de alcohol que esos dos tipos habían digerido podían moverse más veloz que sus manos. No perdió el control y continuaba con su defensa logrando por fin darle a uno y con ello abrirse camino para salvarse. Pasos adelante topo duro contra alguien. Su mente ya veía perdido el momento de escape. Creía que los sujetos traían refuerzos. Al levantar su vista una ligera sonrisa de alegría se formó en sus labios. Su rostro se ilumino al ver esa cara tan familiar.

Jung Soo la observó preocupado pero sin tener tiempo para detalles se apresuró a dar de golpes contra los otros dos. Logrando darles en el rostro y el abdomen. Tampoco le fue tan fácil, ambos se defendieron olvidándoseles lo ebrios que estaban, solo querían no salir tan heridos. Uno tomó un tronco de un montón de basura que se encontraba cerca y lo golpeo contra la espalda de Jung Soo haciendo que cayera de rodillas por el dolor. Miyuki se armó de valor al observar la agresión contra él que sujeto una botella de vidrio y la rompió con todas sus fuerzas contra la cabeza de quien lo había herido. Eso había sido todo para los sujetos. Se marcharon al instante vociferando palabrería y media.

—¿Estás bien? —consultó Miyuki un poco relajada al verlos irse.

—¿Tú estás bien? —poco le importaba lo que le sucediera a él. Mientras su querida y amada Miyuki estuviera a salvo él estaría bien.

Miyuki lo ayudo a levantarse apoyándolo en su hombro. En cuanto llegarán a otro sitio se encargaría de tratar sus heridas.


Por otra parte Yeni continuaba buscando señales de vida de Seung Hyun. A unos cuantos metros más delante de ella observo la silueta de un joven montando en su motocicleta. Sonrió al creer que podría ser a quien buscaba. Se acercó rápidamente percatándose que el chico se retiraba el casco de su cabeza. Sus ojos se abrieron grandes al ver el parecido que tenía a una persona por demás conocida por ella. Ese joven era idéntico a Junho. El mismo corte y color de cabello e incluso el rostro era similar lo que los diferenciaba era que Junho siempre llevaba puestos sus anteojos pues no tenía muy buena vista. Continuó su paso hasta que alguien la tomo del brazo haciéndola girar al escuchar su voz.
—¿Tú no entiendes verdad?

—¡Seung Hyun! —expresó sonriente al verlo—. No vine sola. La señorita Miyuki y el profesor Jung Soo me acompañaron.

—¿Y qué hacen aquí?

—La señorita Miyuki te estaba buscando y como no te encontraron en la academia yo les dije que sabía dónde estarías —cogió su teléfono celular de su bolsa del pantalón para hacer la llamada acordada.

—¿Ahora qué haces?

—Les aviso que ya te encontré…—más tardo en marcar que al colgar. Observo a Miyuki caminando lentamente con Jung Soo recargado en su hombro derecho— ¡Profesor!

Seung Hyun giró al escuchar la manera de gritar de Yeni. Quedó asombrado pero se despabiló enseguida corriendo hacia ellos para ayudarlos. Se colocó al lado izquierdo del profesor para ayudar a aligerar el peso para la maestra. Miyuki ordenó dirigirse al auto para marcharse del lugar. Al llegar donde lo habían estacionado subieron a Jung Soo delicadamente para evitar su golpe en la espalda aumentara. Miyuki tomo el volante. Ya había decidido que no irían al colegio por ahora. Su prioridad era atender a Jung Soo así que lo llevaría al departamento que le prestó Luang.

Al llegar entraron rápidamente hasta el interior del departamento Seung Hyun lo acomodó en la cama a petición de Miyuki quien fue en busca del botiquín de emergencias.


Humedeció un trozo de algodón y dio pequeñas palmaditas en las zonas con heridas. Una en la parte posterior de su ceja izquierda, otra en la mejilla derecha y una más en el labio inferior. En esta última herida su corazón latió rápidamente, su boca se resecó y se le dificultaba el pasar saliva. Jung Soo la observaba fijamente a los ojos, sentía exactamente lo mismo, el dolor de su cuerpo había desaparecido en ese instante. Se acercó lentamente hacia ella, cada centímetro reducido era un aumento en su ritmo cardiaco. Sus labios se rosaron haciendo que su corazón se detuviera escasos segundos.

<-- Capítulo Anterior      By: Mary Flores de Mtz.

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