Los hermosos rayos de
sol de la mañana en Lima, Perú anuncian un día totalmente caluroso, en un
pequeño departamento una chica se despierta ante el llamado de su madre, se
levanta de su cama mientras se arregla el cabello alborotado sujetándolo con
una liga y al terminar baja al comedor en donde su madre ya tiene el almuerzo
listo, como era sábado podían tomar el almuerzo juntas ya que su madre
trabajaba un poco más tarde de lo habitual.
Su familia estaba conformada solo por ellas dos, su clase social digamos que se encontraba en medio, no tenían mucho dinero pero tampoco les faltaba, tenían lo suficiente para poder vivir y a veces darse algunos pequeños lujos, como ropa, viajes entre otras cosas, su madre trabajaba como secretaria en una compañía extranjera que tenia sucursales en su país, respondía con buenos actos y buen trabajo, provenía de una familia Coreana, pero había huido cuando era joven con el padre de su hija el cual murió durante un asalto cuando la pequeña solo tenía un año de edad, debido a eso sus padre le dieron la espalda y lo único que pudo hacer fue trabajar duro para darle lo mejor a su hija, entre ellas una buena educación y sobretodo amor y cariño.
-Me voy al trabajo
Regina, por favor cuídate mucho ¿si?- decía su madre mientras levantaba los
platos para lavarlos
-Claro que si mama,
pero deja eso, yo los lavo- respondió Gina mientras tomaba los platos que su
madre tenía en las manos, no le desagradaba para nada el ayudar en casa, al
contrario así sentía que respondía por todo lo que su madre había hecho por
ella
-Hija mía, tu siempre
tan acomedida, por eso eres mi tesoro, te portas bien y terminas tus tareas.- decía
mientras se despedía con un beso en la frente de su hija
-Lo haré madre,
descuida, terminare mis tareas.- respondía la joven sonriente, era una hija
ejemplar, hogareña y estudiosa.
Después de una mañana
ocupada en tareas escolares y en el hogar la hora de la cena llego, su madre
estaba a punto de llegar y para consentirla un poco Gina preparaba la cena y
hoy seria la comida favorita de su madre, un platillo típico de Corea del Sur,
el Kimchi.
Ya sentadas frente a
la mesa hicieron su oración y cenaron, la madre de Regina quedo más que
satisfecha con su comida sorpresa y de igual forma agradecía el que su hija le
recordara un poco su país natal.
-Hija podrías traer
mi bolso.- decía su madre mientras limpiaba los residuos de comida que se
quedaron en sus labios delicadamente con su servilleta
-Aquí tienes madre.-
se apresuro la joven a darle el bolso en las manos
-¿Recuerdas que me
habían ofrecido un trabajo en Seúl?- decía mientras abría el bolso, estaba
segura que la sorpresa que le tenía a su hija seria agradable
-Si madre, lo recuerdo,
tu respondiste que lo pensarías, por mí, porque no querías que me quedara yo
sola aquí en lo que terminaba mi año escolar
-Así es pequeña, pero
¿qué crees?
-¿qué?
-Toma.- le entrego un
folder color negro, dentro se encontraba su misteriosa sorpresa
-¿Qué es esto?-
cuestiono Gina mientras tomaba el folder, lo abrió ante la insistencia de su
madre y comenzó a leer en voz alta.- "Arts School Cho Minsu", es tu
mejor opción para convertirte en una super-estrella .- leía sorprendida..-
Madre esto...
-Si esa será tu nueva
escuela en dos semanas, acepte el trabajo ya que mi superior me mostró este
colegio y sé que es tu sueño ser cantante, las oportunidades se presentan una
vez hija y por eso acepte ¿qué dices nos vamos a Corea del Sur?
-Pero claro que si
Madre, eres la mejor madre de todo el mundo te amo.- dijo mientras le daba un
abrazo de agradecimiento por esta oportunidad que le daba y estaba segura la aprovecharía
de la mejor manera, solo así podría demostrar su agradecimiento por pensar en
su futuro y sobre todo en lo que deseaba y le gustaba hacer.
-Puebla, México-
Sábado por la mañana
una chica despertando en su habitación corre las cortinas para que el sol entre
por su ventana y le den los primeros rayos en su rostro, es una chica feliz,
hoy vera a su novio quien viene de visita para verle, se conocen desde hace
tiempo, desde que eran niños, los padres del joven provienen de una familia de
negocios y empresas por todo el mundo por tal motivo viajan constantemente,
hace algunos años pudieron establecerse en esta ciudad logrando así que los
chicos en ese entonces niños, se conocieran mejor, naciendo en ellos el hermoso
sentimiento del amor, el primer amor, ese en el cual se puede experimentar
sentimientos puros e inocentes pero sobretodo sinceros, los varaderos
sentimientos del amor.
Su joven amor ayudo a
superar una de las más grandes pérdidas para alguna persona, la muerte de su única
familia, sus padres, aun así ha logrado muchas cosas por sí misma, renta un
pequeño departamento a las afueras de la ciudad, cada mañana despierta muy
temprano para tomar una ducha y después su desayuno para así comenzar con sus
deberes laborales, trabaja dos turnos al día, todo para ahorrar lo que después
de gastar en alimentos y renta, le resta para continuar sus estudios ya que en
esta ciudad como en cualquier otra del país las cuotas escolares no son tan
flexibles para personas que no cuentan con los recursos necesarios, pero su
gran sueño es ser actriz, sueño que comparte con su alma gemela, su novio.
Al salir de la ducha
con una toalla enredada en su cabello, escucha vibrar su celular el cual había
dejado en el buro junto a la cama, al ver el nombre de quien la solicitaba hizo
aparecer una gran sonrisa en su hermoso rostro.
-Hola ¿quien es?- atendió
en forma de broma, jugando a desconocer a la persona que le llamaba
-Hola, Princesa soy
yo ¿tan pronto te olvidaste de mi?- respondía el joven del otro lado del teléfono
-Claro que no príncipe,
jamás me olvidaría de usted así pasaran mil años joven Jang Geung Suk.- respondía
mientras se vestía poniendo el teléfono en altavoz
-Ni yo de usted
señorita Verónica Flores, ¿Que haces?
-Voy a preparar mi
desayuno- conversaba la joven mientras se dirigía a la cocina
-Pues que te parece
si te invito a desayunar, ya no puedo soportar las ganas de verte
-Me parece bien, la
verdad yo tampoco
-Bien, te espero en
el restaurante que está en la siguiente cuadra de tu casa, además te tengo una
sorpresa
-Una sorpresa- respondió
emocionada- Dime ¿qué es? sabes que no me gusta quedarme con la duda-
continuaba mientras salía de su hogar rumbo al lugar de la cita
-Y tu sabes que
cuando se trata de sorpresas, jamás te diré que es hasta que la veas-saco de su
bolsillo una pequeña caja de terciopelo en color negro.-Solo puedo decirte que
es algo que si quieres, nos unirá para siempre.-abrió la caja admirando lo que
dentro contenía, un hermoso anillo de compromiso, el joven Jang planeaba
pedirle matrimonio, para así poder estar juntos y ser felices como siempre han
deseado
-De acuerdo no me
digas nada, Ya estoy por llegar, y ya te vi.- levanto la mano que tenia libre
para saludarlo- Luces hermoso hoy
-Tu luces mucho más-
levanto su mano en señal de respuesta.
Verse nuevamente después
de algunos meses les provocaba una felicidad inmensa, mientras la joven se
acercaba a la orilla de la acera para cruzar la calle, la cual la separaba del
lugar en donde se encontraba su amado, se percato de un pequeño infante que
jugaba felizmente con su pelota de un lado a otro mientras su madre conversaba
por celular distraída de el cuidado del pequeño, en un abrir y cerrar de ojos
la pelota del niño se le escapo de las manos en dirección a la calle.
Verónica aun con el teléfono en mano observo un auto que se acercaba a alta velocidad hacia el pequeño que corrió tras su pelota, sin pensarlo la joven siguió al infante para detenerlo, lamentablemente ya no había tiempo y en un último movimiento Verónica empujo al pequeño hacia enfrente, llevándose el auto su cuerpo haciendo que por el impacto y la velocidad desmesurada del conductor, este girara por todo el techo del auto, para dejarla caer con gran fuerza sobre el pavimento, quedando con su celular aun en llamada en su mano, en su cabeza se notaba las heridas de lo sucedido, saliendo sangre de su frente y detrás de esta, además de varias más en todo su cuerpo, Geung Suk al ser principal observador de tal escena corrió hacia su amada Verónica, en un intento de desesperación la levanto tomándola cuidadosamente del cuello mientras le llamaba por su nombre
Verónica aun con el teléfono en mano observo un auto que se acercaba a alta velocidad hacia el pequeño que corrió tras su pelota, sin pensarlo la joven siguió al infante para detenerlo, lamentablemente ya no había tiempo y en un último movimiento Verónica empujo al pequeño hacia enfrente, llevándose el auto su cuerpo haciendo que por el impacto y la velocidad desmesurada del conductor, este girara por todo el techo del auto, para dejarla caer con gran fuerza sobre el pavimento, quedando con su celular aun en llamada en su mano, en su cabeza se notaba las heridas de lo sucedido, saliendo sangre de su frente y detrás de esta, además de varias más en todo su cuerpo, Geung Suk al ser principal observador de tal escena corrió hacia su amada Verónica, en un intento de desesperación la levanto tomándola cuidadosamente del cuello mientras le llamaba por su nombre
-¡¡Verónica por favor
pequeña!!- gritaba desconsolado sin recibir ninguna señal- Respóndeme- con
lagrimas en los ojos mientras tocaba las mejillas de la joven aun inconsciente.
Tomo su teléfono y
marco para pedir una ambulancia, al escucharlo tan devastado le respondieron
que irían enseguida, al colgar la llamada dejo caer el aparato en el suelo,
solo le restaba esperar a que llegara en su ayuda, no tardaron mucho en llegar,
al igual que la policía quien preguntaba a los testigos quienes se reunieron al
percatarse del accidente y del joven aun abrazado, aferrado a su amor, pero del
conductor no había rastro alguno pues se había marchado del lugar al percatarse
de lo sucedido, los paramédicos al separar a Geung Suk del cuerpo de Verónica,
la subieron a una camilla y después dentro de la ambulancia, el joven subió en
ella para estar pendiente de su novia, los médicos comenzaron a examinarla,
pero ella no daba respuesta, la ambulancia se dirigió a toda velocidad al
hospital, con las luces y el sonido encendidos para así no les estorbaran el
paso pero sobre todo, el tiempo, que en este caso era fundamental para Verónica.
Durante el transcurso Geung Suk no soltó la mano de su amada, sus ojos seguían derramando lagrimas y el no dejaba de hablarle, al llegar al hospital la llevaron rápidamente a urgencias impidiéndole el paso al joven quien debería esperar desesperadamente por respuestas favorables, mientras una enfermera pedía información sobre la chica, el respondía que no tenía a nadie más que a él, instantes después salió el doctor, quien al preguntar por los familiares de Verónica solo se puso de pie Geung Suk.
Durante el transcurso Geung Suk no soltó la mano de su amada, sus ojos seguían derramando lagrimas y el no dejaba de hablarle, al llegar al hospital la llevaron rápidamente a urgencias impidiéndole el paso al joven quien debería esperar desesperadamente por respuestas favorables, mientras una enfermera pedía información sobre la chica, el respondía que no tenía a nadie más que a él, instantes después salió el doctor, quien al preguntar por los familiares de Verónica solo se puso de pie Geung Suk.
-Lo siento mucho, la
joven no llego al quirófano, no pudimos hacer nada para salvarla, acaba de
fallecer- tras escuchar estas palabras Geung Suk se desplomo en el suelo
aumentando su llanto
-¡No! No es posible
doctor, dígame que eso no es cierto ¡DIGAMELO!- mirando al médico con los ojos
totalmente desconsolados, esa noticia era difícil de aceptar sobre todo por
tratarse de esa persona tan amada para él.
-Lo siento mucho
pero, la joven sufrió una ruptura en el cráneo y fue muy grave, tanto que no
pudimos hacer nada- palpando el hombro del joven aun en el suelo.
Se podía escuchar su
llanto en todo el enorme hospital, sus gritos desgarraban el corazón de las
personas ahí presentes. Era comprensible su inmenso dolor, había perdido a la
persona que mas amaba en la vida, la persona con la que estaba decidido a
compartir el resto de ella y ahora ese resto ya no tenía sentido para el sin Verónica.
**Dos semanas después,
Seúl, Corea del Sur**
Gina va camino a su
nuevo colegio, su madre se quedo en la ciudad ya que ahí estaban las oficinas
de la empresa en la que trabajaría ahora, que no era más que la principal
sucursal de la compañía en la que estaba en Perú, el colegio se encontraba a
las afueras de la ciudad, en el transcurso Gina no dejaba de admirar el paisaje
de la carretera y los arboles que le rodeaban mientras permanecía con la cabeza
recostada en el vidrio de la ventanilla del taxi en el que viajaba, al llegar a
su destino abrió los ojos grandes ante el edificio que se encontraba frente a
ella, sabía que las instalaciones eran grandes pero no se imagino cuanto.
Fue recibía por el subdirector dándole la bienvenida y acompañándola hacia los dormitorio de las chicas, mientras caminaban hacia su destino Gina seguía sorprendiéndose con cada rincón del lugar, ahora caminaban al costado de un hermoso y gran jardín con flores y arboles de todo tipo pero el que más llamaba su atención era uno en especial, se encontraba justo en el centro de un pequeño lago, el cual estaba en la parte trasera del terreno, llamaba la atención por ser un árbol de cerezo muy grande.
Al llegar a los dormitorios, observo su nombre en la puerta de la habitación, el estar dentro su sorpresa siguió aumentando, admiraba la habitación, parecía como un cuarto de alguna chica adinerada, los muebles eran nuevos y al parecer muy costosos, tenía dos camas, un pequeño buro que las dividía, un closet del tamaño del suelo hasta el techo justo del lado izquierdo de la habitación y a su derecha estaba el baño.
Fue recibía por el subdirector dándole la bienvenida y acompañándola hacia los dormitorio de las chicas, mientras caminaban hacia su destino Gina seguía sorprendiéndose con cada rincón del lugar, ahora caminaban al costado de un hermoso y gran jardín con flores y arboles de todo tipo pero el que más llamaba su atención era uno en especial, se encontraba justo en el centro de un pequeño lago, el cual estaba en la parte trasera del terreno, llamaba la atención por ser un árbol de cerezo muy grande.
Al llegar a los dormitorios, observo su nombre en la puerta de la habitación, el estar dentro su sorpresa siguió aumentando, admiraba la habitación, parecía como un cuarto de alguna chica adinerada, los muebles eran nuevos y al parecer muy costosos, tenía dos camas, un pequeño buro que las dividía, un closet del tamaño del suelo hasta el techo justo del lado izquierdo de la habitación y a su derecha estaba el baño.
-Es más grande que el
de mi casa.- hablo para sí misma al admirar ese lugar,
Efectivamente era un
poco más grande de lo que se podía imaginar, después de dar un tour por su habitación
acomodo sus pertenencias y salió a tomar un poco de aire y aprovechar para dar
un recorrido al resto del lugar, admirando nuevamente ese árbol de cerezo no se
percato de que alguien venia justo frente a ella, un joven que estaba distraído
mirando su celular intentado comunicarse con alguien, regresaron en si al
sentir un golpe, ambos habían chocado.
-Lo siento.- dijo
Gina mientras se sobaba un poco el hombro que golpeo el cuerpo del joven al
chocar, quedando admirada por el rostro y la mirada de el chico frente a ella
-No te preocupes.- le
respondió sonriente aquel chico.- ¿estas bien?- cuestiono preocupado de haber
lastimado a la chica a lo que ella asintió sonriente.- ¿eres nueva aquí verdad?
-Sí, acabo de llegar
hoy, soy Regina Salazar, mucho gusto
-Bienvenida, yo soy
Kim Jae Joong, bueno disculpa, pero me tengo que ir, voy a ver a un amigo.- se despidió
el joven sonriente, al parecer tenía algo de prisa.
-Adiós.- fue lo único
que alcanzo decir Gina antes de alejarse el chico, el primer día en el colegio
y ya había conocido a alguien eso significaba que al menos no sería una extraña
en ese lugar.
**Dos semanas después**
Geung Suk se
encuentra de camino hacia su nuevo colegio, después de la trágica muerte de
Verónica, le prometió seguir con su sueño, al igual que ella, se estaba
preparando para ser actor, ahora más que antes lo deseaba, porque así podría
transmitir emociones al público y ocultar los suyos propios, después de varios
minutos llega a la entrada principal del colegio, tras pasar por un pequeño
camino rodeado de arboles el auto se detiene justo frente a la instalación,
Geung se quedo sorprendido al ver el tamaño del lugar, que además de ser un Colegio,
era un Internado en donde los jóvenes extranjeros o sin residencia pueden
quedarse para así estar más pendiente de sus estudios, en esta Institución no
solo asisten jóvenes adinerados, a pesar de lo que el inmueble pueda aparentar,
está pensado para cualquier joven aspirante a Idol, ya que no solo encuentras
chicos comunes, sino también a chicos ya debutantes que continúan sus
entrenamientos en canto, baile y actuación, de este Colegio han salido varios
conocidos Artistas, entre ellos el mejor amigo de Geung Suk, Kim Jaejoong, un
cantante excelente a demás de ser un actor muy buscado por las empresas.
Tras entrar al interior
del plantel se asombra aun mas al ver el decorado moderno hecho exclusivamente
para jóvenes, mientras lo recibe el Subdirector, el chofer que lo acompañaba subió
sus maletas al que sería su dormitorio, compartiéndolo con Jaejoong, al llegar
y entrar el dormitorio era grande para darse su espacio entre los alumnos, los
adornos muy al estilo juvenil de ahora, se escucha el sonido del agua saliendo
de la regadera al parecer su compañero si se encontraba en la habitación y no
se ha percatado de su llegada, segundos después sale del baño con una toalla
enredada en su cintura, la cual le cubría hasta las rodillas, y con otra en su
cuello para secarse el cabello
-¡Geung Suk!- dijo sorprendió
al ver de pie frente a él a su amigo- ¿Porque no me avisaste que vendrías?
-Quise darte una
sorpresa- abrazando a su amigo- Pero la sorpresa me la lleve yo, este Colegio
es... es...
-Inmenso ¿verdad?-
tiro la toalla que traía en el cuello y se encamino hacia su closet- Todos los
nuevos ponen tu misma cara- buscando entre sus prendas algo cómodo, saco unos
jeans en azul y una playera color blanco
-¿Vas de salida?-
preguntaba mientras lo observaba
-Sí, de hecho no voy
lejos, es aquí mismo en el colegio, es más, ven conmigo quiero presentarte a
alguien que conocí
-¿Es una chica?, si
es así sabes que no me interesa conocer chicas
-Lo sé, claro que lo sé,
pero no te preocupes que no quiero que se interese en ti, si no en mi, si te
contara como la conocí- terminando de vestirse- no me creerías, ni siquiera en
los dramas he visto algo así- continuaba mientras se acomodaba el cabello húmedo
con sus dedos...
**Dos semanas atrás;
Condado de Danyang, Corea del Sur**
Jaejoong va camino a
casa de su mejor amigo Geung Suk esperando encontrarlo, sabia por otras
personas que el volvería a Seúl solo que desconocía cuando, mientras caminaba
por las calles de Danyang observa a lo lejos algunas patrullas y oficiales que
estaban desviando a los automóviles, al parecer algo había sucedido, su
curiosidad lo domino y se aproximo hacia donde estaban, antes de llegar un
oficial le pidió que siguiera su camino, el obedeciendo siguió su paso no sin
antes dar un último vistazo, miro un hueco en el pavimento y algunas plumas al
rededor, era de lo más extraño, ¿un hueco? ¿plumas? se repetía así mismo
mentalmente.
Sin darle mayor importancia siguió caminando, al pasar por un costado de un callejón giro su cabeza y observo una silueta sentada recargada en la pared junto a unos botes de basura, de nuevo su curiosidad lo llevo hasta ese lugar, mientras se acercaba la silueta se hacía más visible, pudo darse cuenta que era una chica, con un vestido blanco quien al verlo agacho la vista y algo se escondió detrás de su espalda, algo parecido a.... ¿alas?...si eran alas, Jaejoong aun mas intrigado se acerco más hacia esa chica, mientras ella aun mantenía la vista en el suelo colocando sus manos al rededor de sus rodillas
Sin darle mayor importancia siguió caminando, al pasar por un costado de un callejón giro su cabeza y observo una silueta sentada recargada en la pared junto a unos botes de basura, de nuevo su curiosidad lo llevo hasta ese lugar, mientras se acercaba la silueta se hacía más visible, pudo darse cuenta que era una chica, con un vestido blanco quien al verlo agacho la vista y algo se escondió detrás de su espalda, algo parecido a.... ¿alas?...si eran alas, Jaejoong aun mas intrigado se acerco más hacia esa chica, mientras ella aun mantenía la vista en el suelo colocando sus manos al rededor de sus rodillas
-No temas, no te haré daño.- le dijo sonrientemente el joven para así romper el silencio que les
rodeaba.
La joven solo levanto la vista, Jaejoong al ver su rostro quedo aun mas sorprendido, no era la típica chica de por esos lugares, su apariencia era de fueras, sin dejar a un lado que su rostro era hermoso ante sus ojos, él le ofreció su mano para ayudarle a ponerse de pie, dudando un poco la joven acepto su mano y al tiempo de estar de pie ella hizo una mueca de dolor.
-¿Estas herida?- cuestiono el joven preocupadamente
La chica coloco su mano por encima de su hombro, dándole a entender que su dolor se encontraba en su espalda, el dio un leve movimiento para colocarse detrás de la joven, cuál fue su sorpresa al ver su ala derecha completa y la otra solo el hueso de donde nacía, la ala izquierda se le había roto.
-Oh Dios, ¿acaso tu? ¿El hueco en la carretera...?.
La joven solo asintió con su cabeza, efectivamente era ella quien había echo ese hueco en esa carretera, del golpe perdió su ala derecha, corrió para esconderse al escuchar las sirenas aproximarse y se escondió en ese callejón.
La joven solo levanto la vista, Jaejoong al ver su rostro quedo aun mas sorprendido, no era la típica chica de por esos lugares, su apariencia era de fueras, sin dejar a un lado que su rostro era hermoso ante sus ojos, él le ofreció su mano para ayudarle a ponerse de pie, dudando un poco la joven acepto su mano y al tiempo de estar de pie ella hizo una mueca de dolor.
-¿Estas herida?- cuestiono el joven preocupadamente
La chica coloco su mano por encima de su hombro, dándole a entender que su dolor se encontraba en su espalda, el dio un leve movimiento para colocarse detrás de la joven, cuál fue su sorpresa al ver su ala derecha completa y la otra solo el hueso de donde nacía, la ala izquierda se le había roto.
-Oh Dios, ¿acaso tu? ¿El hueco en la carretera...?.
La joven solo asintió con su cabeza, efectivamente era ella quien había echo ese hueco en esa carretera, del golpe perdió su ala derecha, corrió para esconderse al escuchar las sirenas aproximarse y se escondió en ese callejón.
-Y ese día la lleve a
casa para curar sus heridas.- continuaba Jaejoong mientras ambos caminaban
hacia los dormitorios de las chicas, los cuales quedaban a unos metros más de
el de los hombres, los dividía un inmenso jardín con bancas y arboles
gigantescos.- y como no estoy mucho tiempo ahí, decidí traerla aquí, con la
ayuda de una chica que llego ese mismo día
-Pero si no me lo
contases tu, no lo habría creído, ¿estás seguro que no es el dialogo de algún
capitulo de los dramas en los que has aparecido?- cuestionaba en forma de burla
Geung Suk aun incrédulo ante el relato de su amigo
-Claro que no, el
motivo por el que está aquí aun es un misterio.
Al llegar a los dormitorios, el lugar era igual de grande que el de ellos pero sus diseños más femeniles, subieron al segundo piso, varios pasos más se detuvieron frente a una puerta con el numero 25 y con un letrero con el nombre "Regina Salazar", así se encontraban cada uno de los dormitorios con su número y el nombre de la huésped, Jaejoong toco la puerta uno, dos y tres golpes suaves, guardo silencio y volvió a tocar nuevamente tres golpecitos, esa era la clave que había puesto junto con la chica de esa habitación para saber que era él el que llamaba, enseguida la joven abrió la puerta, era una chica en apariencia mucho más joven que los dos además de tímida.- Hola Gina, el es mi amigo, digo mi hermano, Jang Geung Suk
Al llegar a los dormitorios, el lugar era igual de grande que el de ellos pero sus diseños más femeniles, subieron al segundo piso, varios pasos más se detuvieron frente a una puerta con el numero 25 y con un letrero con el nombre "Regina Salazar", así se encontraban cada uno de los dormitorios con su número y el nombre de la huésped, Jaejoong toco la puerta uno, dos y tres golpes suaves, guardo silencio y volvió a tocar nuevamente tres golpecitos, esa era la clave que había puesto junto con la chica de esa habitación para saber que era él el que llamaba, enseguida la joven abrió la puerta, era una chica en apariencia mucho más joven que los dos además de tímida.- Hola Gina, el es mi amigo, digo mi hermano, Jang Geung Suk
-Hola- le respondió
con una reverencia- Mucho gusto
-Igualmente.- respondió
Geung Suk aun sin comprender el porqué se encontraban ahí, acaso ¿era ella la
chica que decía Jaejoong?, su apariencia si era como el de un ángel pero
sinceramente pensaba que era un poco joven para su amigo
-¿Como sigue?-
cuestiono Jaejoong a la joven
-Bien, pero... su
otra.- señalando con su mano su espalda pues aun no sabía que el otro joven ya estaba al tanto de todo
-No hay problema él
es mi amigo y lo sabe
-Ah ok, bueno, su
otra ala desapareció, hoy en la mañana ya no estaba
-¿Y en donde esta?-
pregunto Jaejoong preocupado por el sentir de la chica
-En el baño-
señalando con su dedo a su lado derecho.-en este tiempo aprendió a hablar muy
bien el coreano y además le enseñe un poco de español, para poder hablar con
alguien en mi idioma natal
-Me parece muy bien.-
le respondió Jaejoong
En ese instante la puerta del baño se abrió y salió una
joven un poco alta de piel aperlada, el cabello ondulado color castaño y sus
ojos brillantes y grandes, quien al ver a Jaejoong sonrió de una manera
especial, puesto que él había sido su salvador aquel día, además de ser la única
persona que conocía a parte de Gina
- Es ella Geung Suk, ella es la chica
que....- se detuvo al ver que su amigo se había sorprendido con la joven, sus
ojos estaban abiertos muy grandes y su boca entre abierta.- ¡Geung Suk!.- subió
el tono de su voz para tratar de que su amigo reaccionara pero era en vano
estaba totalmente perdido ante esa chica
-Verónica!- fue lo único
que salió de sus labios, para enseguida abrazarla ante la mirada atónita de
Jaejoong, Gina y la misma joven, esa joven de pie frente a el tenia el aspecto
de su novia, aquella chica que la vida le arrebato desgarradoramente, era prácticamente
ella.
-¿Verónica?, que ella
no es... ¿tu novia..?.- cuestiono Jaejoong sorprendido ante el acto de su amigo
-Si es ella.- le respondió
Geung Suk retirándose de la joven.- pero aquí esta, es...- miro un momento el
rostro de la joven quien se encontraba sin comprender el porqué él le llamaba
por ese nombre.-... es ella.- la alegría que tenía en su rostro por ese
inexplicable encuentro se transformo drásticamente en tristeza y dolor, dolor
que sentía al ver que esa chica no respondía de la misma manera que el.- Mira.-
saco su billetera y comenzó a buscar.- es ella, esta es su foto, es idéntica.-
dijo mientras le mostraba a su amigo una fotografía de Verónica.
Para sorpresa de
todos efectivamente era el mismo rostro que el de la chica que tenían frente a
ellos. Quedándose aun más consternados que antes, mientras trataban de
explicarse ¿qué rayos estaba pasando?.
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